20/3/10

Take me spanish caravan.

Esta tarde ha sido muy calurosa, estaba en mi sala perdida frente al sol y mi abuelita me preguntó hace cuántos años te habías ido. Le conté algunas cosas graciosas que pasaron ese verano, te las haré recordar. Yo tenía 13 años y tú 12.

Pasamos el verano de 2005 juntas. No quiero decir que fue el último en Perú porque dentro de unos años volverás a sentir el sol de 30°C., volverás a convertirte en aire de estío y escaparás hacia tu amado atardecer. Porque dentro de unos años pasaré yo estos meses en España, y la fiesta de agua y luces será más fiesta que nunca. Las montañas me comprenden bien, la altura en general; así, podré divisar nuestro posible día desde tu propio balcón.

Recuerdo ese 23 de diciembre de 2004, solas en mi casa, sin nacimiento, sin árbol de navidad, sin aquellos elementos que luego fuimos olvidando; pero ese es otro tema. Definitivamente, no íbamos a dejar la casa desnuda una noche buena, vendría nuestra abuelita y creo que también llegaron nuestros tíos. No recuerdo exactamente el porqué de ese vacío navideño, tal vez mi madre haya estado muy ocupada, ya que ella es la que toma la iniciativa de la decoración rojiverde. En fin, la cuestión era vestir la sala en unas 5 horas.

Creo que fue tu idea poner algo de música estridente para no aburrirnos, eso me pareció necesario porque la labor también consistía en buscar algunos adornos y buscar no es mi signo. Cogimos los cd’s de metal, metalcore, no sé qué otros generillos derivados del metal que ahora ignoro. Desde P.O.D hasta Judas Priest, envueltas en trapos y polvos despejamos el espacio necesario para cada objeto, eso duró un par de horas. Luego, sacamos el árbol y lo decoramos; pero el nacimiento fue más pesado porque primero teníamos que hacer esa especie de cuevita y yo ya tenía esa alergia fastidiándome. Entre risas lo terminamos todo, en verdad nos reímos mucho, nos cansamos también porque subimos el volumen para hacer todo al ritmo (rapidísimo) de la música.

Este capítulo recuerdas poco. Fue en febrero, justo en carnavales (en ese tiempo no había multa), queríamos ir a comprar pan y de paso pasear a Foxy. Creo que no encontramos su cadena y yo saqué una tira de cortina rota que estaba botada en la lavandería, lo até al gancho de la correa de su cuello y salimos. De la nada aparecieron unos muchachos con sus baldes, globos y lo único que nos quedaba era correr con la bolsa de pan en la mano, con el perro que se alocaba cuando corríamos, la tira de cortina a punto de romperse, tu sandalia que se rompió, el perro que se enredó en mi pierna, tú que huiste matándote de risa y me dejaste con el perro alocado, los chicos a dos metros, la correa de tela enredada en una pierna y minutos después empapada y los panes aplastados.

Hay mucho por recordar juntas, como te dije este 12 de marzo pronto llegaré con una botella de whisky y... ¡ya está bien! No whisky, lo que sea, si quieres Incakola porque sé que la extrañas. Y yo te extraño mucho Joselyn.


Un gran besoabrazo de,

Tu prima Andrea

P.D: Prometo no contarte nada de experiencias paranormales.



Yes I Know you can.